Pyongyang, 4 de noviembre (ATCC) -- En un comentario individual divulgado hoy, el diario Rodong Sinmun condeno la visita al "Santuario Yasukuni" por parte de los politiqueros japoneses.
Este tema no es un simple asunto interno de Japon sino esta relacionado con la actitud en cuanto a todas las fuerzas progresistas del mundo, inclusive los paises asiaticos, que lucharon contra el imperialismo japones, y con el punto de vista de la historia pasada, subraya el autor del comentario y prosigue:
Igualmente, esta vinculado directamente con el futuro destino de Japon. Por esta razon, todo el mundo exige persistentemente a los politiqueros japoneses que dejen de visitar ese santuario donde se conservan las tablillas mortuorias de los criminales de guerra de primera categoria.
Sin embargo, los 48 parlamentarios ultrapartidistas volvieron a visitarlo recientemente en bandada dando espaldarazo a la opinion publica mundial, lo cual resulta una locura peligrosa para resucitar el militarismo en Japon y burla y desafio a la justicia y la conciencia mundial.
El problema esta en el ambiente politico de Japon que alienta a los politicos a visitar el "Santuario Yasukuni".
Actualmente, este santuario tiene la forma de "institucion civil" administrada por una entidad religiosa.
Los politiqueros ultraderechistas japoneses pretenden convertirlo en el futuro en un cementerio nacional administrado por el Estado para atribuir el caracter estatal a las ceremonias de homenaje en ese lugar.
De esta manera, intentan sembrar en el pueblo japones la idea militarista y el revanchismo para reparar la derrota de los imperialistas japoneses en la Segunda Guerra Mundial.
Realmente, no hay la manera de blanquear la sucia entrana de los que al nacer heredan el gen militarista.
Las maniobras para hacer revivir el militarismo entenebrecen el futuro de Japon y buscan los desastres.
Sera una buena opcion para los politiqueros japoneses dejar de visitar ese santuario meditando seriamente de las catastroficas consecuencias que emanen de sus acciones para resucitar el militarismo mediante el culto a los criminales de guerra en ese lugar.