Si bien los reaccionarios del pais isleno utilizan el "problema de secuestro" para justificar su demencial campana anti-Republica Popular Democratica de Corea, no tienen derecho ni cara para hablar de ese tema, adelanta Rodong Sinmun y prosigue:

Al contrario, Japon tiene muchas cuentas pendientes con nuestro pais porque ha sido el historico secuestrador de los coreanos.

La prueba contundente de ello es la Guerra Patriotica Imjin (1592-1598) que puso al desnudo la naturaleza de Japon como peor secuestrador de la historia.

Los samurais, que invadieron a Corea bajo el mando de su caudillo Hideyoshi Toyotomi, asesinaron en masas a los coreanos inocentes y trasladaron por la fuerza a Japon a otro gran numero de los coreanos que habian sido secuestrados.

Los coreanos secuestrados se sometian encadenados y recibiendo palazos a duros trabajos como el transporte de cargas pesadas, la construccion de murallas, carreteras, canales y la roturacion de terrenos baldios.

Terminada esa guerra, se desarrollaron en diversas zonas del sudoeste de Japon las culturas ceramicas denominadas "Satsumayaki", "Aritayaki", "Imariyaki", "Karatsuyaki" a cambio del intenso trabajo forzado de los ceramistas coreanos secuestrados y trasladados a ese pais isleno en contra de su voluntad.

Entre los secuestrados figuraban tambien los confucianos, monjes, medicos, pintores, arquitectos y numerosos cerebros de tipografia, imprenta, bordado y textura.

Los cinicos samurais incurrieron hasta en la venta de los coreanos raptados a otros paises.

El caso mas barbaro de las fechorias cometidas por los samurais durante la mencionada guerra es el secuestro de numerosas coreanas, quienes se habian convertido en las esclavas sexuales de aquellos.

Hasta la fecha, se conserva en Takamatsu de Shikoku de Japon una tumba de esas mujeres coreanas que muestra el miserable y desgraciado destino de ellas y delata a todo el mundo la bestialidad y la bajeza moral de los samurais.