Esa camarilla, que estaba disgustada del seminario desde el principio, "se puso selectiva en dar permiso" a las delegados del "consejo por la solucion del problema de las tropas de voluntarias" del Sur de Corea que querian participar en el contacto de trabajo previo al seminario, senala el portavoz y prosigue:

Para colmo, en visperas del seminario, los titeres surcoreanos desautorizaron la visita a Pyongyang de la delegacion femenina surcoreana hablando de la "situacion actual de las relaciones Sur-Norte".

Tal comportamiento significa un acto traidor projapones orientado a defender abiertamente los crimenes del pasado de Japon e imperdonable locura antinacional que insulta la dignidad de la nacion coreana y desestima ansia de las "consoladoras" de descargar su rencor que guardan del viejo ejercito japones.

La realidad demuestra que dejando intacta a la banda de traidores que adula y obedece a ciegas a EE.UU. y Japon y se enfrenta con fusil y sable con los connacionales, no se puede defender nunca la soberania nacional en el Sur de Corea ni liberarse del dominio e intervencion de las fuerzas foraneas.

Todos los coreanos en el interior y el exterior del pais deben castigar duro a la horda de titeres surcoreanos, que marcha afanosa por la senda de servilismo a grandes potencias y confrontacion fratricida dando espaldas a la aspiracion y la demanda de la nacion, y ajustar la cuenta, cueste lo que cueste, de los crimenes del pasado de Japon con sus fuerzas unidas.