Este proceder parcial que lisonjea a EE.UU. es un abierto acto arbitrario e insulto a la RPDC.

Al tratar apresuradamente en contra de su voluntad el incidente del "Cheonan" tan sospechoso y contradictorio, los cabezas del G-8 se revelaron por si mismos que persiguieron un malsano objetivo politico.

Hoy dia, la Peninsula Coreana se encuentra en la situacion tan tensa en que pueda estallar la guerra en cualquier momento.

Las relaciones Norte-Sur de Corea se dejaron en la suspension total y la situacion llega al borde de la guerra.

Es muy lamentable que en tal circunstancia aguda la Cumbre del G-8 se haya malempleado como un aparato para realizar el proposito politico de una fuerza especifica, sin tomar en consideracion la estabilidad regional y mundial.

La RPDC rechaza totalmente la declaracion de la Cumbre del G-8 en cuanto al incidente del "Cheonan" tomandola por un documento comercializado sin ningun valor.

En la actualidad lo mas importante es prestar la atencion primordial a aclarar de manera objetiva los verdaderos aspectos del incidente del "Cheonan" frente al despotismo y las arbitrariedades de EE.UU. y tomar el juicio correcto a favor de la paz y la estabilidad de la region.

Si algunas fuerzas siguen recurriendo a las maniobras anti-RPDC en la palestra internacional como lo hicieron en la Cumbre del G-8 evadiendo la confirmacion objetiva sobre los verdaderos aspectos del caso del "Cheonan" y aprobando la declaracion contra la RPDC, ellas mismas se responsabilizaran enteramente de la consecuencia que emane de ello.

Es muy ridicula la intencion de ejercer sobre la RPDC la presion internacional imputandole la responsabilidad del caso del "Cheonan".