Asistieron a la ocasion Kim Yong Nam y otros cuadros del partido, el ejercito y el Estado, el presidente del Comite Central del Partido Social-Democrata de Corea, los funcionarios de los organismos del partido, las fuerzas armadas y el Poder, entidades sociales, ministerios y organos centrales, los oficiales y soldados del Ejercito Popular de Corea y de las Fuerzas Populares del Interior de Corea, los funcionarios de sectores de ciencia, educacion, cultura y arte, salud publica, prensa e informacion y trabajadores capitalinos.

Kim Hyok fue uno de los integrantes de la primera generacion orgullosa de la revolucion coreana, que cumplio el papel de vanguardia en dar inicio a la nueva historia de la unidad monolitica de las filas revolucionarias cuyo centro es el lider, y el poeta revolucionario que creo y divulgo el himno revolucionario "Lucero de Corea".

Nacido en una familia campesina de la provincia de Phyong-an del Norte, el divagaba por el interior del pais y el extranjero en busca de un lider que lo condujera a la patriotica lucha antijaponesa.

En verano del 16 (1927) de la Era Juche, se reunio en Jilin por primera vez con el Presidente Kim Il Sung.

Desde entonces, pudo emprender el verdadero camino de la revolucion y siendo miembro medular de la Union de la Juventud Comunista y de la primera organizacion del partido, trabajo de editor de la publicacion revolucionaria "Bolchevique" y miembro directivo del Ejercito Revolucionario de Corea.

El siempre luchaba valientemente con gran entusiasmo bajo la guia del Presidente y cayo heroicamente el 25 de agosto de 1930 a los 23 anos de edad.

Para transmitir eternamente en la historia sus proezas revolucionarias, el Presidente hizo colocar su busto en el Cementerio de Martires Revolucionarios en el Monte Taesong y denominar con su nombre las brigadas juveniles de trabajo y presento las consignas llamando a seguir su ejemplo.

Al pronunciar la palabra de recordacion, el miembro suplente del Buro Politico y secretario del Comite Central del Partido del Trabajo de Corea, Choe Thae Bok, dijo que aunque fue demasiado corta la vida de Kim Hyok, esta fue la noble vida del verdadero combatiente revolucionario que mostro como debe apoyar a su lider, vivir y luchar por la patria y la revolucion.

Ya paso mucho tiempo desde su fallecimiento, el vive eternamente en el regazo del gran lider y del gran dirigente y en la cima de glorias, asevero.

Todos los militantes del partido, los oficiales y soldados del EPC y los habitantes deben defender invariable y firmemente las valiosas riquezas ideologicas y espirituales logradas por los martires revolucionarios y heredarlas para dar continuidad al linaje del Juche de la revolucion coreana, concluyo.