Especificamente, en entrevista con el secretario de Estado norteamericano, Sato dijo asi: "si hay la peticion oficial del Sur de Corea sobre ese tema, pienso instruir el apoyo a este no solo a la base de Okinawa sino a las otras en el interior del pais".

Este hecho revela una parte de la ambicion de los sucesivos gobernantes de Japon de agredir a Corea.

Igualmente, demuestra que los reaccionarios japoneses vienen acechando la oportunidad para lanzar de nuevo la agresion contra Corea.

En la decada de 1950 cuando las tropas agresoras norteamericanas desataron la guerra contra la recien fundada Republica Popular Democratica de Corea, Japon concedio a EE.UU. su territorio como base de logistica, salida y suministro.

Para las operaciones militares de las tropas norteamericanas, los oficiales del viejo ejercito japones elaboraron los mapas y guias, que ofrecian en detalles los datos de fortalezas militares, puertos, fabricas, escuelas, hospitales y hasta las formas de cada establecimiento y tension electrica, y los entregaron a la "comandancia general de las fuerzas de la ONU".

Aun no pudiendo reparar las consecuencias de su derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japon no escatimo su apoyo humano y material a los imperialistas yanquis que invadieron a Corea.

En el nuevo siglo tambien, Japon persigue la malsana intencion de emprender el camino de nueva agresion bajo el amparo de EE.UU.

En ese contexto, pretende enmendar la "guia de cooperacion en defensa Japon-EE.UU." para poder despachar a las "Fuerzas de Autodefensa" al frente coreano en el supuesto "tiempo de emergencia" de la Peninsula Coreana, pretextando el "fortalecimiento de la alianza" con EE.UU.

En caso de que EE.UU. provoque la segunda guerra coreana, Japon volveria a tomar parte en ella como fuerza agresora.

Pero, seria conveniente a Japon que actue con prudencia sacando lecciones de la historia.