Pese a las reiteradas advertencias de la parte Norte, la parte Sur sigue lanzando los volantes de contenido anti-RPDC y comete hasta las imprudentes provocaciones militares de disparar fusiles hacia el Norte.

El 15 de abril, por el temor a la implacable respuesta del Ejército Popular de Corea, los títeres surcoreanos lanzaron con sigilo felino más de 200 mil volantes desde el pabellón Rimjin de la ciudad de Phaju sin que lo vieran los habitantes.

Un día antes, esparcieron un millón 200 mil en los alrededores de la comuna de Samgot del cantón de Jung del distrito de Ryonchon en la parte central del frente.

Para colmo, a las 19 y 38 del día 15, dispararon desde el puesto de gendarmería 516 hacia la parte Norte con una ametralladora de calibre 12.7mm.

Al respecto, el jefe de la delegación del Norte subrayó que tales acciones demuestran que se torna más imprudente la posición belicosa de las actuales autoridades títeres surcoreanas de empeorar la confrontación fratricida N-S hasta que dé lugar a la guerra, y notificó solemnemente la siguiente posición de principios del EPC:

Ya hemos declarado claramente que el lanzamiento de volantes es una forma de guerra psicológica y un acto explícito para provocar la guerra contra la contraparte beligerante.

Por lo tanto, el fuego a puntería directa sobre los focos de lanzamiento será un castigo justo de nuestro ejército contra los que quiebran el Acuerdo de Armisticio. Esto es la invariable posición de nuestro ejército, una parte beligerante.

Puesto que la parte Sur comete ese acto cambiando astutamente los lugares por el temor a la reacción de nuestro ejército, éste informa oficialmente que ampliará el ya notificado perímetro del fuego a puntería directa como el fuego de destrucción total que se dará en cualquier momento y alcanzará cualquier zona.

Volvemos a recordar que las locuras conflictivas de la parte Sur contra la RPDC no darán otro resultado que la punición imprevisible e implacable de nuestro ejército.

La banda traidora de Lee Myung Bak debe parar ahora mismo sus aventureras acciones en aras de enfrentamiento fratricida al ver bien la voluntad del ejército y el pueblo de la RPDC de no perdonar ni en lo mínimo ningún acto provocativo anti-RPDC por muy taimado que fuera.