En estos tiempos, levantan sospechas los movimientos de las autoridades surcoreanas para plantear en la escena internacional la teoría de "reunificación mediante la fusión de regímenes" que significa prácticamente en la Península Coreana la "reunificación mediante la absorción".

Ya está conocido que las actuales autoridades surcoreanas politizaron y persiguieron persistentemente esa teoría desde el principio de su mandato.

La "desnuclearización, la apertura y 3000 dólares" -doctrina presentada al principio de su mandato-, el "impuesto de reunificación" y la teoría de "reunificación de tres etapas" -planteados el año pasado- han sido políticas conflictivas que suponen la "reunificación mediante la absorción".

Hace poco, las autoridades surcoreanas incorporaron a los embajadores de países vecinos en la discusión sobre la reunificación realizada en Seúl y anunciaron la teoría de "reunificación mediante la absorción" que es una ilusión absurda y peligrosa.

Debido a la equivocación de que la RPDC se derrumbaría también como los países de Europa Oriental, EE.UU. y Japón perdieron 20 años cometiendo errores sucesivos en su política sobre la primera y por fin, no tuvieron otro resultado que empujarla a la posesión de armas nucleares.

Existe una desconfianza profunda entre el Norte y el Sur de Corea que se enfrentan con enormes fuerzas armadas. En tal circunstancia, si una parte intenta devorar a la contraparte, será inevitable la guerra.

Los países vecinos deben reflexionar seriamente de las consecuencias que traiga a la Península Coreana su adherencia a la teoría en cuestión.

Si ellos están interesados de veras en la reunificación de la Península Coreana, tendrían que prestar atención al proyecto de reunificación mediante el sistema federal, aclarado solemnemente al interior y el exterior del país mediante la Declaración Conjunta Norte-Sur del 15 de Junio.

Este proyecto es el mejor y racional remedio para prevenir la guerra y conviene a los intereses de los países vecinos porque toma por premisa la coexistencia de los regímenes existentes en el Norte y el Sur y el neutralismo del Estado reunificado.

Las autoridades surcoreanas pretenden internacionalizar la discusión sobre la "reunificación mediante la absorción" para alcanzar su siniestro objetivo.

Ahora está condenada al fracaso la llamada "estrategia de espera" que persiguen ellas en las relaciones Norte-Sur.

La sociedad internacional se dio cuenta de que la causa de las tensiones de la Península Coreana, que en el año pasado, habían llegado al borde de guerra, reside en la política conflictiva del Sur de Corea y alza las voces en demanda de la eliminación del ambiente de confrontación mediante la reanudación del diálogo entre ambas partes coreanas.

Para salir del atolladero, las autoridades surcoreanas intentan activar la discusión sobre la reunificación para dar la impresión de que es inminente la "situación de emergencia" en la RPDC y se aproxima la reunificación bajo el "sistema democrático liberal" y con el protagonismo de sí mismas.

Presionadas por nacionales y extranjeras para que reanudaran el diálogo y negociaciones, dicen por una parte que "su alma está abierta" al diálogo y por la otra, lo impiden presentando taimadamente las injustas condiciones nunca aceptables para la RPDC.

De esta manera, quieren realizar su sucio intento de justificar su "estrategia de espera" y convencer a sus aliados para que consideren innecesarios el diálogo con la RPDC o los suministros de cooperación humanitaria.

Los estudiosos nacionales y extranjeros del problema de reunificación deberán prestar debida atención a lo que hay detrás de las discusiones sobre la reunificación que se abren últimamente en el Sur de Corea.