En ese ejercicio se movilizaron las fuerzas aéreas y marítimas, incluso aviones de combate y barcos patrulleros, y lo vieron más de 10 oficiales norteamericanos.

El incidente de cañonazos en la isla Yonphyong, que había creado el año pasado una situación muy tirante en las relaciones íntercoreanas, sigue siendo una herida para la nación coreana. Sin embargo, los títeres surcoreanos desarrollaron en el mismo lugar otro ejercicio de artillería, lo cual provoca gran indignación.

El incidente de hundimiento de la corbeta "Cheonan" y el caso de la isla Yonphyong, complots nunca vistos, son actos provocativos contra la RPDC, que se derivaron de la ambición de las fuerzas hostiles de agredirla, y causaron graves consecuencias en la reconciliación y la unidad de la nación.

Sin embargo, los títeres surcoreanos introdujeron incesantemente muchos pertrechos bélicos modernos en la isla Yonphyong y otras zonas alrededores de la línea de demarcación militar marítima y libraron ahí casi todos los días los ejercicios militares acechando la oportunidad de provocar.

A citar ejemplos, en marzo pasado, realizaron un tiroteo de cañones de diferentes tipos en las aguas periféricas de las islas Paekryong y Yonphyong y al hablar con bombo y platillo de la "provocación variada" de alguien, engañan a la opinión pública como si ellos fueran amenazados de gravedad.

De esta manera, quieren envenenar la opinión pública interna y externa, que exige aliviar la tensión de la Península Coreana y mejorar las relaciones entre ambas partes coreanas, y desatar finalmente la guerra de agresión a la RPDC.

Los belicistas surcoreanos deben actuar con prudencia teniendo presente que el que prefiere el fuego muere en llamas.