Los politiqueros japoneses oraron ahí por los criminales de guerra, que murieron siendo castigados severamente por la historia por haber cometido tremendos crímenes de lesa humanidad en las agresiones a ultramar del siglo pasado, idolatrándolos como "patriotas".

En un comentario individual de este vienes, el diario Rodong Sinmun lo califica de acto peligroso para resucitar el fantasma de militarismo y continúa:

Es muy natural que la sociedad internacional, en particular los países asiáticos, denunciara la visita de reaccionarios japoneses al "Santuario Yasukuni" como locura militarista.

Los politiqueros japoneses cometieron esa locura justamente cuando se desataron el pánico y el pavor en su país por el gran terremoto.

Ahora los reaccionarios japoneses impulsan abiertamente la tergiversación de la historia y el proyecto para arrebatar el islote Tok.

En ese contexto, califican todos los crímenes del pasado como "justos" y "legítimos" y se obstinan en su soberanía sobre el islote Tok.

Este hecho comprueba que ellos están desesperados por satisfacer su ambición de expansión territorial y nueva agresión.

Les sería conveniente que se vuelvan en sí dejándose de tales acciones suicidas.