Según trascendidos, desde el 12 de abril pasado, cayó en un gran caos sin precedente en la historia la "red de computación financiera" de la Federación Nacional de las Cooperativas Agrícolas del Sur de Corea.

Como consecuencia, llegan a cientos de millones las pérdidas y pasó tremenda pena a la vista del mundo el Sur de Corea.

La banda de traidores surcoreanos realizó durante casi un mes la "investigación conjunta" sobre el caso y finalmente, publicó por conducto del Servicio de Inteligencia y de la fiscalía títeres la conclusión final de que el ataque cibernético fue "cometido por el Norte".

Como pruebas, ellos sostienen que el IP utilizado en el ataque es igual que el del Ministerio de Comunicaciones de la RPDC y se presume que el atacante es una unidad especializada en guerra cibernética si se toma en cuenta el control remoto preciso y sutil con que se ejecutó el ataque.

Agregan que ese tipo de ataque sería difícil de ejecutar sin tremendos recursos humanos y materiales y no fue el simple para "sacar provechos particulares" como el robo de dinero o documentos sino el proceso repetido para la "destrucción indiscriminada".

Es una opinión sumamente absurda e infundada.

Los propios funcionarios del "Consejo Central de las Cooperativas Agrícolas del Sur de Corea", víctimas directas, piensan que esa conclusión es "prematura" y carente de fundamentos científicos.

Hasta la Agencia de Información del ejército títere surcoreano tuvo que anunciar oficialmente que no se puede considerar el incidente como "ataque del círculo militar norcoreano".

Dudan esa teoría también los especialistas preguntándose que EE.UU., Japón o el Sur de Corea serían los autores de ataque si el IP usado fuera de sí mismos.

Cuando estalló el año pasado el incidente de hundimiento de la corbeta "Cheonan", las autoridades surcoreanas habían insistido en que el Norte estuvo involucrado porque en el propulsor del torpedo, que supuestamente hundió el buque, se leía la letra "1 pon".

Ahora, los habitantes surcoreanos de diferentes sectores ironizan la polémica teoría preguntando cuántos dígitos de "1" aparecen en el IP usado en la "red de computación financiera".

En fin de cuentas, la teoría de que "el Norte es el autor de ataque" levanta nuevas sospechas en la misma casa de títeres surcoreanos causando la risa sarcástica de todo el mundo que la ve como otro complot y farsa.

A pesar de eso, la camarilla de traidores surcoreanos la difunde obstinadamente para mantener el frágil cimiento de su política de enfrentamiento sobre la RPDC, reparar la crisis en el período posterior de su mandato que se hizo evidente antes y después de las elecciones suplementarias del 27 de abril y eludir la responsabilidad por haber impedido la corriente hacia la reconciliación y la unidad nacionales, la paz y la prosperidad.

Todos sus movimientos corroboran que la teoría en cuestión es otro complot antinacional y farsa anti-RPDC de igual calaña que el incidente de "Cheonan".

Hay un refrán que dice: "Sería mejor limpiarse la nariz que acusar a otros".

La camarilla de traidores surcoreanos debe dejar una vez por todas su vicio crónico de acusar a otros y suspender ahora mismo el malsano ejercicio de guerra, que libra esperando la supuesta "situación de emergencia" de alguien sin saber siquiera que su casa está a punto de colapso total.

Esa banda ha de tener bien presente que sus anacrónicos complots y farsas anti-RPDC no darán otro resultado que la vergüenza y la gran derrota de sí misma.