Al respecto, el gobierno japonés formuló una protesta a la compañía Dow-Jones, que administra ese periódico, calificándolo de "imperdonable".

Tal alboroto es una pertinacia absurda.

Señala el diario Rodong Sinmun en un comentario individual de este miércoles y continúa:

Desde la antigüedad, el islote Tok es una parte del territorio coreano, y el mar entre Corea y Japón se ha llamado Mar Este de Corea.

Están anotados así no sólo en los registros históricos de Corea sino también en la mayoría de los mapas elaborados por los sabios de Europa y de Estados Unidos después de la Era Media.

Esto conviene al principio y las costumbres internacionales sobre la posesión del territorio mostrenco y la anotación del nombre de mar.

Sin embargo, el gobierno japonés protestó esta vez la utilización correcta del nombre del islote Tok y del Mar Este de Corea mostrando el cinismo y vicio propios de su país.

El hecho evidencia que pasan el límite las maniobras de usurpación del territorio de los reaccionarios japoneses enloquecidos por la ambición militarista.

La protesta del gobierno japonés es un proceder militarista muy asqueroso que parte del designio de dar a conocer a la sociedad internacional que el islote Tok es el territorio japonés y convertir el Mar Este de Corea en el "Mar de Japón".

Japón se desespera por arrebatar el islote Tok y el nombre del Mar Este de Corea menospreciando los datos históricos, las costumbres y principios internacionales sobre la posesión del territorio y la anotación del nombre de mar. Tales maniobras resultan una repetición y continuación de la agresión a Corea cometida en la primera mitad del siglo pasado por los imperialistas japoneses.

El país isleño debe dejar de actuar imprudentemente, dándose clara cuenta de la época cambiada y de la opinión pública del mundo.