El traidor Lee Myung Bak, el ministro títere de Reunificación Hyong In Thaek y otros maníacos de confrontación anti-reunificación del Sur de Corea hablan a porfía de la "actitud firme en las relaciones Sur-Norte", la "invariable política sobre el Norte", la "renuncia nuclear, primero", la "apertura", etc., esperando algún "cambio" de alguien.

En particular, el traidor Lee, lejos de participar en los actos por la reunificación dedicados al día de publicación de la Declaración Conjunta del 15 de Junio, fundó ese día la "comandancia de defensa de las islas del noroeste" para los preparativos de guerra de las cinco islas del Mar Oeste.

Además, denominó a un maníaco de confrontación anti-RPDC como vicepresidente en jefe del "consejo consultivo por la democracia, la paz y la reunificación", llamado órgano consultivo del "presidente", y a una escoria humana como presidente del Instituto de Educación por la Reunificación adscrito al Ministerio de Reunificación.

Al ver el síndrome histérico en última etapa de la camarilla títere, los habitantes surcoreanos y otros pueblos del mundo están seguros de que no se podría lograr nada con Lee Myung Bak. Y hasta su amo norteamericano le considera como un molesto.

La banda títere, aislada tanto en el interior como en el exterior, habla de la "represalia separada" diciendo que las conversaciones Norte-Sur sobre la desnuclearización y los casos de hundimiento de la corbeta "Cheonan" y de cañonazos en la isla Yonphyong son cuestiones apartes.

Pero, no puede engañar a nadie con tal artimaña tendente a frenar el diálogo RPDC-EE.UU. y la reanudación de las conversaciones a 6 bandas.

Si la banda títere tiene de veras algún interés en el diálogo Norte-Sur, debe dejar sus acciones provocativas y retirar completamente las "premisas".

En fin de cuentas, la banda títere se entrega más que nunca a las maniobras conflictivas anti-RPDC con el fin de dilatar infinitamente el tiempo pretextando el diálogo Norte-Sur.

Ahora la banda títere surcoreana implora a EE.UU. que apoyara su posición.

El traidor Lee invita diariamente a banquete a sus compinches y a otras personalidades de distintos estratos, a quienes no echaba ni un vistazo en el tiempo ordinario, y les ofrece hasta "recuerdos".

Pero, tales actos asquerosos provocan críticas sociales y nadie quiere compartir el destino con el traidor.

Hoy día, el traidor Lee se apoya sólo en algunos maníacos anti-reunificación como Hyon In Thaek.

Las maniobras conflictivas de la banda títere llevarán las relaciones íntercoreanas a la fase más catastrófica y a la larga, se extenderán a la guerra que acarrearía incontables desgracias a la nación coreana.

La camarilla de Lee debe actuar con prudencia reflexionándose de la consecuencia que se emane de su política conflictiva.