Asistieron los oficiales y soldados del Ejército Popular de Corea, los funcionarios de los organismos locales del partido y el poder, entidades sociales, instituciones, empresas, fábricas, granjas y universidades a todos niveles, trabajadores, jóvenes y estudiantes.

En los actos se dio lectura a la declaración del portavoz de la Comandancia Suprema del EPC y hubo discursos.

Los oradores calificaron de maníacos de guerra fratricida y de gangsteriles a los compinches de la horda traidora que desde los primeros días de su llegada al poder persiguió la hostilidad anti-RPDC.

Expresaron la firme decisión de responder a la provocación de la banda traidora con el castigo rotundo y a la guerra con la de represalia despiadada.

Concluyeron que lograrán victoria tras victoria el ejército y el pueblo coreanos que tienen la unidad monolítica en torno al Dirigente y el inagotable poderío militar.