Pyongyang, 5 de agosto (ACNC) -- El Ministerio de Defensa de Japón publicó el día 2 en la reunión del gabinete una carta blanca que anota el islote Tok como un territorio propio de Japón.

Esto es un crimen que viola brutalmente la dignidad y la soberanía de la nación coreana.

El islote Tok es el territorio inviolable de Corea junto con larga historia coreana.

Lo comprueban no sólo los archivos nacionales y los datos históricos de Corea, sino también los materiales históricos de Japón.

En enero de 1696 el gobierno de Edo de Japón reconoció que la isla Ullung y el islote Tok son territorios coreanos y dio la orden de prohibir la entrada de los japoneses en la zona marítima de la isla Ullung. Y el 20 de marzo de 1877, Tomomi Iwakura de Taiseikan, órgano supremo del gobierno japonés, dio al Ministerio del Interior la instrucción de que "Japón no tiene nada que ver con la Ullung y el Tok". Tales hechos comprueban que desde el punto de vista histórico el islote Tok no es una parte del territorio japonés.

Ciertamente, el islote Tok no es un territorio conflictivo sin dueño evidente.

Sin embargo, los reaccionarios japoneses insisten en su posesión del Tok, revelando por sí solos su naturaleza de cínicos que se valen de todos los medios para la expansión territorial.

Su verdadera intención es provocar un conflicto internacionalizando ese problema y preparar las condiciones y el ambiente favorables para la nueva agresión a Corea.

Para ese fin, anotan sin escrúpulos el islote Tok como un territorio japonés no sólo en la carta azul diplomática sino también en los manuales de historia, mapas y folletos. Además, este año decenas de japoneses decidieron trasladar al islote Tok el domicilio de origen y los parlamentarios tratan de entrar en la isla Ullung.

La insistencia de Japón en la posesión del islote Tok es una artimaña para inculcar entre los japoneses la compresión de que el islote Tok es el territorio japonés para que ellos puedan incorporarse a la guerra de expansión territorial, o sea, guerra de agresión a Corea, y al mismo tiempo, legalizar y justificar la usurpación del Tok difundiendo en la sociedad internacional el rumor de que el derecho a la posesión de ese islote está en Japón.

Con respecto al territorio, no hay ninguna concesión ni una conciliación.

El ejército y el pueblo de Corea no perdonarán jamás la usurpación del islote Tok por parte de Japón.

Tanto en el pasado como en el presente y en el futuro es irrealizable el derecho a la posesión del islote Tok por Japón.