Se puede citar como ejemplo el asesinato del emperador de la dinastia feudal de Joson, Kojong, quien rechazo tenazmente la politica de dominacion colonial de Japon.

El se ha esforzado mucho por invalidar el "Tratado de 5 Puntos de Ulsa" y los otros calificados de "legitimos" por los colonialistas si bien los han inventado de manera coercitiva.

Tras declarar nulo el "Tratado de 5 Puntos de Ulsa", envio en 1905 y 1906 las cartas personales y telegramas de confirmacion a los jefes de Estado de varios paises.

En junio de 1907, el enviado secreto de Kojong revelo a todo el mundo el caracter fraudulento de ese tratado leonino en la II Conferencia Internacional para la Paz celebrada en La Haya, Holanda.

El emperador envio a los eruditos patrioticos el mandato imperial secreto llamandoles a la lucha de voluntarios antijaponeses por eliminar al gobernador general japones Ito Hirobumi y al comandante del ejercito japones ocupante de Corea, Hasegawa.

Presiono con la autoridad imperial al gabinete projapones de Corea, fabricado por los colonialistas.

Considerando a Kojong como espina atravesada en la garganta, los imperialistas japoneses lo destronaron por la fuerza y lo envenenaron el 20 de enero de 1919.

En un libro japones esta referido ese hecho como sigue: "La verdad se ha revelado. El imperialismo japones hizo a su lacayo Han Sang Hak dar una comida envenenada a Kojong. En menos de una hora, el emperador murio agonizando. Tenia los ojos enrojecidos y la piel cubierta de granos ya en putrefaccion. Tambien resultaron muertas de repente dos sirvientas que presenciaron el hecho".

El asesinato de Kojong fue un crimen terrorista de Estado que violo flagrantemente la soberania y la dignidad de la nacion coreana.

Durante el periodo de dominacion fascista colonial sobre Corea, el imperialismo japones arresto de manera forzosa a mas de 8 millones 400 mil jovenes y adultos coreanos para lanzarlos a los campos de guerra y de trabajos duros y de ellos mas de un millon fueron asesinados.

200 mil mujeres coreanas fueron convertidas en contra de su voluntad en esclavas sexuales para el viejo ejercito nipon.

En lugar de pedir disculpas e indemnizar esos crimenes de lesa humanidad, los reaccionarios japoneses dicen ahora que no hay testimonios que puedan probarlos.

Tales actos cinicos se cometen mas abiertamente despues de la aparicion del nuevo gabinete de Abe.

Japon esta equivocado.

El pueblo coreano no es el de ayer.

El ejercito y pueblo coreanos cobraran sin falta el precio de todos los crimenes referidos arriba.