El presente acto hostil de Estados Unidos y sus seguidores viola flagrantemente el derecho de un Estado soberano al desarrollo del cosmos, siendo una muestra de acostumbrado veto a la idea y al regimen de la RPDC.

Defender el derecho referido no es un simple problema sobre el desarrollo del cosmos sino la cuestion vital para defender la soberania y lograr la prosperidad del pais y la nacion.

La independencia es la vida para la digna nacion de Kim Il Sung, la Corea de Kim Jong Il.

Los uniformados y civiles coreanos no toleran nunca que fuera violada su soberania nacional o sean perjudicados los maximos intereses del pais.

Anteriormente, el pueblo coreano consolido el poderio de defensa nacional y defendio fidedignamente las conquistas del socialismo frustrando la creciente campana de Estados Unidos y otros imperialistas para aislar y aplastar a la RPDC.

El no puede olvidar nunca las indecibles tristezas que ha sufrido hace un siglo por ser una nacion debil.

La meta que persiguen los enemigos es doblegar el espiritu independiente del pueblo coreano y obligarle a bajar la bandera del socialismo.

Si la RPDC retrocede un paso, sera privado del derecho a la existencia, lejos de desarrollarse como Estado prospero.

Los satelites artificiales y los cohetes de largo alcance a lanzar sucesivamente seran la lucha de nueva y elevada etapa para la defensa de soberania del pueblo coreano.

No existe ninguna razon para negar selectivamente los esfuerzos de la RPDC por explotar el cosmos con las fuerzas, tecnologias e inteligencias propias.

Ahora, la RPDC se encuentra en la encrucijada de tolerar la violacion de su soberania por parte de EE.UU. o mantener su dignidad como potencia espacial.

Es natural que la construccion de potencia economica, la lucha por conquistar el cosmos y la consolidacion del disuasivo para defender la paz y seguridad del pais se orienten al enfrentamiento total contra el imperio yanqui.

Es definitiva la victoria del ejercito y pueblo de la RPDC que marchan por el justo camino de defensa de la soberania, convencidos de la justeza de su causa.