El dia 18, el vocero de la Casa Blanca, en una rueda de prensa, dijo que EE.UU. esta dispuesto a negociar de "manera fidedigna y sincera" con el Norte de Corea, pero no es sincera la actitud de este.

Tambien los titeres surcoreanos parlotearon con absurdidad que "el Norte (de Corea) tomara una opcion sabia abandonando su demanda de revocar primero las sanciones".

Hasta hace unos dias ellos se entregaban al "castigo" y al entrenamiento de "ataque preventivo nuclear" contra la RPDC diciendo que es imposible lograr la renuncia de armas nucleares del Norte con el dialogo y negociaciones, pero de repente se disfrazan de "partidarios a dialogo" para encubrir su intencion de provocar la guerra y aplastar a toda costa detras de esa cortina a la RPDC, lo que es la continuacion de su invariable politica conflictiva.

"Renunciar las armas nucleares primero" y el respeto a "resoluciones de sancion", presentados como premisa para el dialogo, persiguen desarmarla y doblegarla.

EE.UU. considera la Peninsula Coreana como trampolin estrategico para la realizacion de su ambicion de hegemonia mundial. La estrategia de este imperio es ocupar Corea para controlar la region de Asia-Pacifico y para ese fin hay que desarmar a la RPDC movilizando todos los medios y metodos.

Partiendo de esa estrategia, el imperio yanqui vino valiendose durante varios decenios de los peligrosos chantajes nucleares y las sanciones contra la RPDC y solian hablar del dialogo cada vez que se tornaba desfavorable la situacion politica-militar.

Todo el mundo conoce bien que EE.UU. vino aprovechando tambien las conversaciones a 6 bandas como palanca para realizar su ambicion de aplastar a la RPDC.

Ya que el dialogo y las maniobras militares se dirigen a aplastar la RPDC, estos son un desafio abierto a esta y una expresion de la naturaleza conflictiva.

Es clara la respuesta de la RPDC al respecto. Es inconmovible la voluntad de la RPDC de enfrentarse a las maniobras conflictivas anti-RPDC de EE.UU. y otras fuerzas enemigas con las contramedidas superduras tales como el fortalecimiento de las fuerzas armadas nucleares, y nadie podra detenerlo con cualquier aplacamiento y engano.

Las fuerzas hostiles deben tener presente que sus siniestras maniobras conflictivas chocaran con la rotunda contraofensiva del ejercito y el pueblo de Corea.