El primero de septiembre se cumple el 90o aniversario del gran terremoto de Kanto, Japon.

Ese dia, el pueblo coreano se monta en colera recordando la escalofriante masacre de coreanos cometida por los imperialistas japoneses.

A eso de las 12 del primero de septiembre de 1923, azoto la zona de Kanto un temblor de 7.9 grados en escala abierta de Richter.

El terremoto se extendio en un instante a un gran incendio porque a esa hora las cocinas estaban encendidas para la preparacion de almuerzo en las viviendas hechas de madera en su mayoria.

El gran terremoto y el fuego de ese dia dejaron como saldo mas de un millon 200 mil habitantes sin hogar y mas de 200 mil muertos atrapados en escombros o quemados.

En aquel entonces, el imperialismo japones trazo la artimana de utilizar a los coreanos residentes en su pais como victimas para calmar a los moradores de la zona damnificada sumamente inquietados y desesperados.

Proclamo como "mandato imperial" no. 401 la ley marcial creando el ambiente de terror y dio a los gobernadores locales la orden oficial de reprimir sin piedad a los coreanos y los socialistas.

Ademas, obligo a los periodicos japoneses divulgar diariamente las desinformaciones como "los coreanos incendian", "envenenan pozos" y "saltean", etc., de modo que se infundiera en toda la sociedad japonesa el odio a los coreanos y se creara el ambiente de ataque colectivo contra ellos.

Bajo la instigacion de la "Comandancia Marcial de Kanto", el ejercito, la policia y las organizaciones civiles reaccionarias asesinaron durante unos dias a mas de 23 mil coreanos inocentes usando el fusil, espada, lanza y porra y otras armas mortiferas.

Si bien en la historia se registraron no pocos casos de genocidio cometidos por grupos armados en la guerra o zona de conflicto, pero no tiene antecedentes el caso de Kanto en que se aprovecho hasta el desastre natural como oportunidad de operacion xenofoba.

Ya pasaron 90 anos desde entonces.

Pero, las autoridades japonesas no esclarecen todavia la verdad del caso, lejos de pedir disculpas e indemnizar.

Sucede lo mismo en otros casos de la caza de coreanos, entre otros, la "gran punicion en Jiandao", el hundimiento del barco "Ukishima-maru", el enterramiento de coreanos arrestados forzosamente para los trabajos de esclavitud en las minas carboniferas, las minas, los campos de construccion de dique y las obras de construccion de establecimientos militares.

En particular, el pais isla elude hasta la fecha la liquidacion de sus crimenes de haber causado incontables perdidas humanas, materiales y mentales al pueblo coreano durante su ilegal ocupacion militar de mas de 40 anos sobre el territorio coreano.

La Asociacion de Coreanos Reclutados Forzosamente y sus Familiares denuncia severamente en nombre de las victimas y sus familiares a las autoridades y reaccionarios derechistas japoneses que practican su imprudente politica hostil a la RPDC, en lugar de pedir disculpas y arrepentirse de la horrorosa masacre de coreanos.

Liquidar esos crimenes del pasado es la tarea historica y obligacion moral de Japon y una demanda imprescindible para la coexistencia en el Nordeste Asiatico.

Las autoridades japonesas deben liquidar cuanto antes sus crimenes del pasado teniendo presente que no pueden justificar ni ocultar su historia de agresiones manchada de sangre.