Instigando al traidor Syngman Rhee, el imperialismo norteamericano lanzo el 25 de junio de 1950 la invasion sorpresiva contra la RPDC y asesino salvajemente a los habitantes coreanos y redujo a escombros y cenizas el territorio coreano, comienza la nota y prosigue:

Murieron mas de un millon 200 mil habitantes inocentes y pacificos y el territorio norcoreano se ha convertido en las ruinas debido al indiscriminado lanzamiento de casi 600 mil toneladas de bombas, inclusive la Napalm.

La historia de la humanidad registra como crimen mas brutal las atrocidades perpetradas por la camarilla fascista de Hitler en el periodo de la Segunda Guerra Mundial.

Pero, las barbaridades cometidas por los yanquis en la pasada guerra coreana fueron mas peores que las de los fascistas de Hitler.

Pero, los agresores no pudieron doblegar al heroico pueblo coreano levantado en la lucha de vida o muerte por defender la soberania del pais y se vieron obligados a firmar el acta de capitulacion arrodillandose ante el ejercito y el pueblo de Corea.

En lugar de sacar las lecciones de la derrota en la pasada guerra coreana, EE.UU. trata de provocar la nueva guerra sin abandonar su ambicion de agredir a la RPDC.

Para colmo, EE.UU. y los gangsteres militares surcoreanos elogian sus crimenes de guerra tergiversando la pasada guerra coreana como la "guerra que disuadio la agresion al Sur del Norte de Corea".

Toda la nacion coreana del Norte y el Sur de Corea deben levantarse unanimemente en la sagrada lucha pannacional por castigar duro a EE.UU. y la banda titere surcoreana que traen a la patria el nubarron de guerra nuclear.

Las organizaciones internacionales inclusive la ONU y los pueblos amantes de la paz del mundo deben ver correctamente quien es el destructor de la paz de la Peninsula Coreana y frustrar rotundamente el imprudente intento de los belicistas de desatar la guerra.

EE.UU. y los titeres surcoreanos deben actuar con prudencia dandose cuenta de las consecuencias destructivas de la segunda guerra coreana.