El mensaje sigue:

Reciba el testimonio de mi alta consideración.

Con el placer de celebrar junto con ustedes el día de liberación de la patria, lograda a cambio del más noble sacrificio de su pueblo, deseo con ese motivo en nombre del Estado y el pueblo de Palestina y en el mío propio el progreso y la prosperidad deseados por su país y pueblo.

Apreciamos mucho las relaciones Corea-Palestina que tienen una historia de decenas de años.

La República Popular Democrática de Corea es la amiga verdadera que brindó toda la ayuda posible a nuestra lucha por poner punto final a la ocupación de Israel.

Estoy convencido de que su país mantendrá invariablemente la posición de principios para cesar el continuo ataque militar de Israel contra nuestro pueblo, crimen de guerra que debe ser pasado de cuentas y condenado en escala internacional.