El dia 17, el gobernante japones envio una ofrenda al santuario y lo visitaron en colectivo mas de 110 parlamentarios.

Seguidamente, el ministro de Asuntos Generales y el presidente del Comite de Seguridad Publica Nacional y otros miembros de alto rango del gabinete japones hacen bullas ofreciendo a porfia las ofrendas y visitando al santuario.

Esto deviene el desafio abierto a la justicia de la historia y la conciencia de la humanidad, y el crimen que embellece la historia llena de crimenes del pasado e inculca el militarismo en la sociedad japonesa.

Asi senala el diario Rodong Sinmun en un comentario individual de este lunes y continua:

En el pasado los reaccionarios japoneses lo visitaron pasivamente evadiendo la vigilancia de la sociedad internacional incluyendo los paises asiaticos, pero hoy en dia lo hacen abiertamente y con mas frenesi.

Causa mas la indignacion el hecho de que la capa gobernante de Japon justifica y protege su visita al santuario.

Ellos tienen el objetivo malsano de sembrar en nueva generacion el "espiritu" de los maniacos militaristas muertos en el campo de agresion al ultramar e infundirle la conciencia de tomar el camino de reagresion en el futuro.

Las fuerzas gobernantes actuales de Japon deben prestar atencion a las voces de la sociedad internacionales y cumplir su deber.

Solo cuando traten correctamente la historia de agresion del pasado, reflexionen profundamente de ello y abandonen la ambicion militarista, habra el porvenir de Japon.

Si los reaccionarios japoneses lo olvidan y toman el camino de militarismo siguiendo los actos de resucitar el fantasma militarista como la visita al santuario Yasukuni, aceleraran su autodestruccion.