Recorrieron primero la sala de conservacion de las consignas inscritas en arboles.

Ante el plano del lugar, escucharon las explicaciones sobre el hecho de que la base de actividades clandestinas de la zona de Anju, formada con los campamentos secretos del monte Madu, el Sang, el Jon y el Thukmaek en el 27 (1938) de la Era Juche, tenia la mision importante de albergar la comandancia de la revolucion en el periodo de la operacion de ataque final.

Viendo la proposicion del Presidente Kim Il Sung, asimilaron en lo profundo de corazon que el Presidente es el gran hombre sin par con larga prevision.

Los militares del EPC subieron al monte Madu recordando las grandes hazanas del heroe legendario quien dirigio la lucha por derrotar a los imperialistas japoneses mediante la resistencia de todo el pueblo con el Ejercito Revolucionario Popular de Corea (ERPC) como eje.

Pasaron revista a las consignas inscritas en los arboles como "No abandone la conviccion revolucionaria aunque muera" y el manantial y el lugar de vivaque usados por los miembros de la pequena unidad del ERPC.

En el trayecto de visita, ayudaron a los granjeros en faenas agricolas y atendieron la vida de los veteranos de guerra y los ex militares heridos.

Realizaron al lado de fogata del campamento variados trabajos politico-culturales, incluyendo el intercambio de impresiones de las reminiscencias de guerrilleros antijaponeses.