Como trascendidos, desde cuando nuestros tripulantes pasaron a la zona maritima surcoreana por el naufragio, la RPDC envio en varias ocasiones la nota de aviso demandando devolverlos a donde les esperan sus padres, esposas e hijos y sus familiares exigieron fuertemente las entrevistas personales con sus maridos e hijos.

Sin embargo, los titeres surcoreanos negaron la devolucion de 3 tripulantes bajo el pretexto de que ellos expresaron la voluntad de "sumision".

En su declaracion publicada hoy, el portavoz del Comite Central de la Asociacion de la Cruz Roja de la Republica Popular Democratica de Corea condeno que los crimenes antieticos cometidos esta vez por la banda titere devienen una grave violacion de los derechos humanos de los habitantes de la RPDC y otra provocacion extremada contra esta y prosiguio:

En los tiempos pasados, sin tomar en consideracion el motivo, devolvimos a los pesqueros y los barcos surcoreanos que entraron en nuestra zona. En particular, mostramos el noble humanitarismo y compatriotismo de persuadir y devolver a los habitantes surcoreanos que solicitaban ansiosamente vivir en la RPDC a la parte surcoreana donde viven sus familias y parientes.

Pero, insatisfecha con retener a los habitantes norcoreanos al imponerles la ilegitima y coercitiva farsa de "sumision", la banda titere cometio sin vacilacion alguna la actitud bandidesca anti-DDHH de negar la demanda de los datos personales de ellos y la entrevista con sus familiares.

Es inimaginable y lamentable el hecho de que imponen la separacion forzosa de los familiares consanguineos no en el periodo de guerra sino en el pacifico.

Ahora, los compinches titeres hablan de la "voluntad de sumision" para apaciguar las criticas internas y externas y las opiniones de condena dirigidas a ellos mismos. Pero jamas encubriran la verdad de sus crimenes antinacionales e inhumanitarios de haber pisoteado hasta la elemental etica.

La presente retencion es la continuacion de sus connotados alborotos conflictivos anti-RPDC. Ademas constituye la provocacion intencional y planificada para difamar el alto prestigio de la RPDC y llevar a la fase catastrofica las relaciones intercoreanas.

Los titeres surcoreanos deben tener bien presente que sus imprudencias causaran la consecuencia devastadora, renunciar inmediatamente las campanas intrigantes anti-RPDC que aceleraran solamente su autodestruccion y devolver incondicionalmente a los habitantes de la RPDC retenidos injustamente.