Estas insistencias de Japon constituyen el desafio frontal a la opinion publica internacional que le exige la liquidacion del pasado.

Asi insiste el periodico Minju Joson en un comentario individual divulgado el dia primero y continua:

La masacre en Nanjing es el caso nunca visto en la historia de la humanidad y la recuerdan todavia el pueblo chino y los asiaticos.

Si Japon tiene un pedacito de conciencia, no podria intentar una protesta el registro de su crimen como patrimonio de memoria del mundo.

La actitud de Japon demuestra a todo el mundo su nivel moral muy bajo.

Lo que no se puede pasar por alto es que cuestionando este trabajo de registro Japon habla de la necesidad de repensar el problema de la donacion de dineros asignados a la organizacion internacional. Es decir, quiere hacer represalias con la suspension del dinero asignado.

Es una conducta de un imbecil.

Aunque Japon intenta elevar el derecho a la palabra y la influencia en las escenas internacionales, hablando de la "capacidad directiva internacional", no se libera de la situacion miserable de enano politico por el problema de la liquidacion del pasado.

Japon debe saber claramente que la liquidacion del pasado es una tarea inminente y tomar la correcta determinacion politica.