Desprecio y critico un "proyecto de ley para abrogacion de la ley de seguridad" recien presentado en comun por los partidos opositores y dijo abiertamente que si se permite este proyecto, seran damnificadas mucho las relaciones de alianza con Estados Unidos.

Esto es la locura muy imprudente del sirviente de guerra que actua con frenesi por realizar la ambicion del militarismo y nueva agresion nadando contra la corriente de la tendencia.

La "ley de seguridad" por su gravedad es objeto de censura antes y despues de la aprobacion.

Varios paises asiaticos y hasta los occidentales expresaron la inquietud y preocupacion por el hecho de que Japon se haya convertido otra vez en el pais capaz de librar la guerra y en el interior de este pais isleno tambien se aumenta la fuerte resistencia.

Por doquier se realizan manifestaciones y mitines, y amplios circulos social y de prensa y hasta el interior del Partido Democratico Liberal en poder alzan las voces en demanda de la cancelacion de susodicha ley.

El recien fundado "encuentro de pleito en demanda de la inconstitucionalidad de la ley de seguridad" expreso la posicion de someter a la consideracion de los tribunales locales del pais la inconstitucionalidad de la ley.

Los partidos opositores de Japon unidos demandaron fuertemente la abrogacion de la dicha ley reflejando la demanda de la opinion publica aspirante a prevenir la guerra y vivir pacificamente.

Pese a tal unanime condenacion y rechazo del interior y exterior del pais, Abe censuro fuertemente las fuerzas anti-guerra abogando por la justicia de la "ley de seguridad" bajo el pretexto del "fortalecimiento de la alianza de Japon y EE.UU.", lo cual demuestra evidentemente a donde llego su ambicion militarista y dominacionista.

Desde el principio, la "ley de seguridad" es un producto del sucio contubernio de EE.UU. y Japon porque el primero quiere materializar la estrategia de dominio sobre Asia y el resto del mundo con las fuerzas al usar el segundo como brigada de choque y el segundo procura realizar su ambicion de agresion a otros paises bajo el amparo del primero.

Ahora Japon militarista intenta preparar las condiciones politico-militares y legales para emprender la agresion a ultramar en cualquier tiempo sin ser restringido por cualquier ley sumandose a EE.UU. que persigue la ambicion de tomar la heguemonia del mundo y, a base de ello, tomar sin vacilacion el camino de reagresion.

Por esta razon, Japon picotea que en virtud de la "ley de seguridad", la alianza Japon-EE.UU. cumplira en el futuro la funcion completa y se mejorara el disuasivo garantizando firmemente la seguridad de Japon.

Las "Fuerzas de Autodefensa", que cultivaron su capacidad militar para agredir a ultramar bajo la proteccion y el fomento de EE.UU. durante decenios despues de la derrota en la guerra y hoy se han convertido en las fuerzas armadas agresivas que ocupan el segundo lugar despues de las tropas norteamericanas, pretenden desarrollar la operacion militar en cualquier lugar del mundo y salir a ultramar en cualquier tiempo bajo el pretexto de apoyar las tropas estadounidenses a traves de la aprobacion de la infame ley de guerra.

Japon todavia no se ha liberado de mala reputacion del pais enemigo sin liquidar el archi-crimen antietico y de guerra aunque transcurrieron 70 anos de su derrota. Tal pais establecio a fuerza la "ley de seguridad" abogando por la "seguridad de Japon" y la "contribucion a la paz y estabilidad internacional" llevando a cuestas a EE.UU., caudillo de agresion.

Esto es el climax del cinismo propio de Japon.

La "ley de seguridad" es el producto indispensable de la extremada politica conservadora del actual gobernador japones que toma el militarismo como ideal politico y filosofia.

Tomando el poder, Abe puso al desnudo su ambicion de ser el "caudillo del Oriente" cantando la cancion "Kimigayo" y dijo abiertamente que la meta de lucha de toda su vida es precisamente la enmienda de la "Constitucion de Paz".

Se debe a tal politica agresiva de Abe el que promueve a fuerza la ley en cuestion abogando por su justicia en contrapelo de todas las criticas y condenaciones.

Es muy ridicula la conducta grosera de Abe, sirviente de guerra que reprime las voces de protesta de los habitantes japoneses y del mundo entero que demandan fuertemente la abolicion de la ley arriba mencionada, hablando ruidosamente del supuesto "fortalecimiento de la alianza Japon-EE.UU." y la "paz y la seguridad" y siendo brigada de choque en el cumplimento de la guerra agresiva de EE.UU.

Japon acarreo en el pasado las innumerables desgracias y sufrimientos al pueblo coreano y los demas asiaticos y ahora pretende tomar otra vez el camino de agresion que amenaza la paz y la seguridad de la humanidad abrigando la ambicion militarista. Esto es el intolerable crimen de guerra.

La guerra y la paz no pueden coexistir nunca ni las autoridades japonesas pueden justificar con cualquier explicacion su militarismo y politica de guerra.

Las maniobras de Japon por justificar la "ley de seguridad" es el mas atroz acto de guerra que pone en el peligro tanto la paz y seguridad del mundo como el destino de su pais.

El gobernador japones debe actuar con juicio teniendo presente que las imprudentes maniobras tendentes a convertir su pais en el militarista y agredir a ultramar, generaran al fin su autodestruccion.