En estos dias, se escuchan en el suelo norteamericano las voces que demandan la reanudacion de la excavacion de los restos mortales de uniformados norteamericanos caidos, trabajo interrumpido en el suelo de la RPDC.

En un seminario sostenido el 23 de junio en la Universidad George Washington de Estados Unidos, Bill Richardson, ex gobernador de New Mexico, el presidente de la coalicion de familiares de prisioneros y desaparecidos del tiempo de la guerra coreana y la fria, etc. dijeron que la excavacion de los restos mortales de uniformados norteamericanos puede cumplir un rol importante en la mejora de relaciones EE.UU.-RPDC, deviene una herida no cicatrizada el que no trajeron los restos mortales de miles de militares desaparecidos en Norte de Corea durante la pasada guerra coreana (1950-1953) y puede ser un remedio bueno la realizacion de la excavacion por los organos civiles en vez de los organos gubernamentales. Y exigieron al gobierno prestar una atencion activa a la reanudacion del trabajo en cuestion dejando atras las diferencias politicas con el Norte de Corea.

Por otra parte, con motivo del 66o aniversario del estallido de la guerra coreana los 3 miembros de la camara de representantes norteamericana quienes habian participado en la pasada guerra coreana, presentaron el dia 24 en nombre comun a la Camara de Representantes una resolucion demandando al gobierno estadounidense dar inicio pronto al dialogo con el Norte de Corea para confirmar la identidad de los soldados norteamericanos muertos o desparecidos en esa contienda y recuperar sus restos mortales.

No es causal el que los parlamentarios en activo y las entidades civiles de EE.UU. exigen a su administracion la responsabilidad relacionada con el problema de la reanudacion de excavacion de los restos mortales de sus militares.

Originalmente, el trabajo de desenterrar los restos mortales norteamericanos en el territorio de la RPDC fue la labor comenzada por las medidas humanitarias de la RPDC que acepto la repetida y ardiente peticion de la administracion norteamericana, los participantes en la guerra coreana y los familiares de los soldados muertos de solucionar definitivamente el problema de los desparecidos uniformados norteamericanos quienes perecieron en la pasada guerra coreana.

En aquel tiempo fue inimaginable el trabajo de desenterrar y devolver los restos mortales de los agresores yanquis que en el periodo de la pasada Guerra de Liberacion de la Patria dieron incontables desgracias y sufrimientos al pueblo coreano. En particular, fue intolerable la misma entrada de los militares del pais enemigo en el territorio de la RPDC.

Sin embargo, tomando en consideracion el ardiente deseo de familiares de buscar los restos mortales de sus consanguineos muertos en la guerra coreana y enterrarlos en sus tierras natales, el ejercito y el pueblo coreanos dispensaron una magnanimidad partiendo de la posicion humanitaria aun en medio de la tirantes relaciones entre la RPDC y EE.UU. de aquel entonces y brindaron una estrechada cooperacion para que se efectuaran sin dificultades las excavaciones en mas de 30 ocasiones durante casi 10 anos desde 1996.

Los miembros de la parte norteamericana, que habian participado en la obra de excavacion conjunta en aquel entonces, expresaron en reiteradas veces el agradecimiento por las medidas humanitarias y la cooperacion activa brindadas por la RPDC.

A pesar de esto, EE.UU. interrumpio unilateralmente las labores de excavacion de restos mortales despreciando totalmente los esfuerzos sinceros de la RPDC y la aspiracion de los familiares de los participantes muertos en la guerra y pretextando alguna "amenaza de seguridad". Ademas, en varias ocasiones abuso cinicamente de los asuntos humanitarios como la excavacion de restos mortales en la realizacion de su objetivo politico, e intento imputar a la RPDC la responsabilidad del cese del trabajo.

En una actividad conmemorativa del "Dia de los presos y desaparecidos de guerra" realizada en septiembre de 2014, Hagel, ex secretario de Defensa, dijo que "es la firme posicion del gobierno no olvidar a los militares norteamericanos desaparecidos y buscarlos hasta el fin para devolverlos al regazo de sus familias" y peroro las absurdas insistencias en que el "reinicio de la excavacion de restos mortales depende de la ejecucion de la resolucion del Consejo de la Seguridad de la ONU por parte del Norte de Corea". Le sumaron el vocero del Departamento de Defensa y otras autoridades de la capa militar estadounidense senalando que "los actos provocativos del gobierno del Norte de Corea devienen el motivo de la paralisis de la excavacion de restos mortales".

Hasta este momento, la administracion norteamericana, al dejar a un lado su responsabilidad de la ruptura del descubrimiento de restos mortales del ejercito norteamericano, pronuncia sofisterias de que podra reiniciar las labores de excavacion de restos mortales solo cuando el Norte de Corea muestre la voluntad de cesar las provocaciones y observar la resolucion arriba mencionada y se logre asi una mejora en las relaciones bilaterales.

Por tanto, a los estadounidenses no les gustaria la actitud de su administracion que cautivada por el sentimiento negativo y hostil contra la RPDC, provoca siempre a la contraparte abusandose hasta de los asuntos humanitarios en el cumplimiento del objeto politico.

La RPDC no hace caso a que EE.UU., dueno de restos mortales de militares norteamericanos, tenga interes o no en el reinicio de esas labores.

Sera una gran equivocacion si EE.UU. piensa que podria reiniciar como quiera la excavacion de restos mortales interrumpida por el mismo.

EE.UU. no podra liberarse con ninguna artimana de la responsabilidad de haber frustrado hasta las labores humanitarias como el descubrimiento de los restos mortales del ejercito norteamericano persiguiendo la peor politica hostil a la RPDC.