Tan pronto como escucharan esa noticia, los titeres surcoreanos celebraron reuniones usando expresiones histericas como la "situacion de emergencia" y "firme disposicion de venganza".

Los gangsteres del circulo militar anunciaron hasta el plan de establecimiento del "sistema de ataque triangular" y "plan de operacion de venganza de gran envergadura" disparateando que "desapareceran a Pyongyang del mapa".

Introdujeron en el suelo surcoreano las propiedades estrategicas nucleares de EE.UU. y planean librar desde mediados de octubre los ejercicios combinados anti-RPDC con la incorporacion de la flotilla del portaaviones nucleares Ronald Reagan.

Es un proceder ridiculo de los ignorantes del poderio de su rival y de la situacion miserable de si mismos.

La Republica Popular Democratica de Corea es la gran potencia ideo-politica y militar de talla mundial donde todos los militares y civiles estan unidos monoliticamente en lo ideo-volitivo y moral en torno a su dirigente y se han perfeccionado las fuerzas armadas nucleares.

En cuanto a la reciente prueba de explosion de ojiva nuclear de la RPDC, hasta los especialistas estadounidenses reconocen que "es la prueba mas poderosa entre las hechas hasta ahora por Corea".

Es muy ridiculo que la horda de titeres, que no tienen ni el derecho al cumplimiento de guerra, hable de la "venganza" y "exterminio" ante su rival que dispone en el maximo nivel todo el poderio ideo-politico y tecnico-militar capaz de aniquilar a los provocadores.

Al ver que la RPDC ocupo la posicion de potencia mundial aun en medio de la presion militar y la sancion sin precedentes, EE.UU. reconoce el fracaso total de su politica hostil anticoreana.

El "paraguas nuclear" de EE.UU. y el THAAD, en que depositan la esperanza los titeres surcoreanos, ya no serviran para nada ante el inagotable disuasivo nuclear y poder de ataque de venganza nuclear de la RPDC.

En tales circunstancias, es natural que EE.UU. no arriesgue su vida para salvar a la banda de Park Geun-hye que se ha dado de baja.

Park y sus compinches deben actuar con prudencia al conocer bien a su rival cuya posicion ha cambiado radicalmente.