Del 26 al 27 de diciembre del ano expirado, Abe realizo una visita a Pearl Harbor de Hawai de Estados Unidos por primera vez como premier japones, comienza el comentarista y continua:

Durante su visita, Abe recorrio el Cementerio Nacional del Pacifico y el hall memorial del buque de guerra Arizona, situados en la ciudad de Honolulu de Hawai, donde escenifico la farsa de "ofrendar flores" y guardar un momento de silencio.

Durante la "cumbre" y la entrevista conjunta de prensa y en su "declaracion" y otras ocasiones, el visitante habia expuesto la posicion de "recordar" a los norteamericanos caidos en la guerra y el deseo de que "Pearl Harbor se quede en la memoria como simbolo de reconciliacion".

Insistiendo en que "no debe ser repetido nunca mas el desastre de guerra", dijo que "se siente orgulloso en silencio de la trayectoria pacifista de Japon en mas de 70 anos despues de la guerra".

En la charla sostenida con Obama, subrayo la necesidad de ampliar la alianza Japon-EE.UU. y fortalecer la alianza militar tripartita con EE.UU. y Sudcorea para la paz y seguridad de la region de Asia-Pacifico.

Aunque el dijo muchas cosas en varios lugares, sus palabras resultaron un "homenaje" superficial a las victimas del ataque a Pearl Harbor y no hubo ninguna frase que significara la disculpa o arrepentimiento de los crimenes del pasado.

En fin de cuentas, Abe visito a Pearl Harbor para vengarse de Obama por la verguenza y humillacion sufridas el ano pasado en Hiroshima.

Igualmente, esa visita suplicante, enganosa y belicista del jefe del militarismo japones persiguio el fin de reparar la alianza Japon-EE.UU., que se afloja bruscamente debido al cambio del inquilino de la Casa Blanca, y realizar a toda costa la anejada ilusion de la "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental" bajo el vistoso cartel de la "paz".

Aunque Abe adule mucho a su amo gringo abrigando muchas intenciones, no podra conseguir nada.

El mejor remedio para salvar a su pais en via de arruinamiento esta en pedir sinceras disculpas por los crimenes del pasado, indemnizarlos totalmente y renunciar para siempre la ambicion de reagresion.

La conducta belicosa de Abe tendente a realizar su ambicion de agredir nuevamente a Asia y la Peninsula Coreana con el apoyo de EE.UU. no dara otro resultado que el hundimiento de todo el archipielago japones.