A traves del informe de una entidad internacional de DDHH, se conocio que Australia aplica el mas cruel sistema de castigo contra los ninos sospechosos de terrorismo y emplea hasta la "manera horrible" de asfixiarles con la bomba lacrimogena.

Ademas, trata de modo cruel e insultante a los refugiados y los solicitantes de asilo en los campos de concentracion de los refugiados, instalados en una isla de Papua Nueva Guinea y Nauru.

El informe critico fuertemente que Australia no reconoce sus actos violadores de DDHH ni cierra los campos de concentracion incumpliendo su promesa.

Tales casos de Australia merecen la condena de todos los paises y pueblos del mundo que aprecian los derechos humanos porque son crimenes antieticos de version moderna de que se sentirian verguenza hasta los verdugos de Hitler que cometieron barbaridades en el campo de concentracion en O´swiecim durante la segunda guerra mundial.

Australia no debe encubrir tercamente sus actos violadores de DDHH sino escuchar las criticas internacionales, dar a la publicidad a todo el mundo la situacion de los campos de concentracion y castigar a los responsables.

A pesar de su situacion, ese pais reclama la sancion y presion contra otros paises acusandolos del "problema de DDHH" en el escenario internacional de DDHH, al igual que el bandido que quiere golpear primero a la victima.

Para colmo, trata de hacerse miembro del Consejo de DDHH de la ONU, lo que es una conducta vergonzosa que insulta a las convenciones internacionales de DDHH y mancha el nombre de la ONU.

En vez de hablar del "problema de DDHH" de otros y hacerles mandatos, Australia debe parar ahora mismo sus atroces actos anti-DDHH.