EE.UU., pais condenado unanimemente por la sociedad internacional como peor tierra del mundo para los derechos humanos y capo de traficantes de personas, volvio a inventar atrevidamente el estado del "trafico de personas" en otros paises actuando como si fuera "juez de DDHH".

En particular, el secretario de Estado norteamericano Tillerson suele difamar a la RPDC por estos dias y uso esta vez la expresion "trabajo forzado" para insultar a los trabajadores norcoreanos que laboran segun el contrato legitimo firmado con otros paises.

Este hecho demuestra claramente a que fase llegan las imprudentes maniobras de la administracion Trump para aislar y atropellar a la RPDC.

Si el secretario de Estado piensa que podria danar a la RPDC mediante la ofensiva de "DDHH" y sancion, no habria otro remedio que considerarlo como ignorante que no tiene ni un poco del sentido de realidad.

Si bien los fulanos y menganos de la camarilla de Trump como Tillerson no se cansan de hablar del problema de "DDHH" y recrudecen la campana de sancion, consideramos esta conducta como ultimo pataleo de los moribundos y alarido de los atemorizados ante el creciente poderio de la RPDC.

Los compinches de Trump deben aprender la leccion merecida del antecedente de la horda de Obama que sufrio un golpe fuerte cuando intentaba ofender la maxima dignidad de la RPDC acusandola del problema de "DDHH".

En vez de tratar de dar lecciones al mundo con el "reporte del trafico de personas", papel mojado que fabrica anualmente con mucho trabajo, EE.UU. debera limpiar primero el territorio propio, escondrijo de todas las maldades y crimenes, tales como el asesinato, el saqueo y el trafico de personas.

El ejercito y pueblo coreanos observan agudamente las cada dia mas imprudentes muestras de la fiebre conflictiva anti-RPDC de la pandilla de Trump manteniendo la firme voluntad de castigar sin piedad a todos los malvados como Tillerson.

A EE.UU. le convendria tambien actuar con juicio.