Hace poco, se dio a la publicidad una videocinta que recopila los testimonios orales de los soldados sobre el desarrollo de armas bacteriologicas en la connotada "unidad 731" y sus experimentos con seres humanos. Y unos dias despues, un historiador japones presento un viejo mapa japones que confirma que el islote Tok es el territorio coreano.

Como se ve, es inocultable la verdad de la historia.

Senala el periodico Minju Joson en un comentario individual de este lunes y continua:

No se puede escribir de nuevo ni modificar la historia.

Por mas que los reaccionarios japoneses se desesperen para ocultar y negar sus crimenes del pasado, la historia evalua como lo criminal no solo el pasado de Japon, sino tambien el presente de este pais isleno que preconiza el pasado criminal.

Para Japon seria mejor reconocer con sinceridad e indemnizar sus crimenes del pasado que hacerse objeto de repudio y rechazo de todo el mundo por la tergiversacion de su historia criminal.

Japon debe tratar la historia con sano juicio y sinceridad, lejos de abrigar una ilusion vana.