Estos dias, el premier australiano no deja de pronunciar los chismes contra la RPDC sumandose activamente a la extremada campana de sancion y presion de EE.UU.

En una rueda de prensa ofrecida el dia 12 en Hong Kong, el maldijo que "el Norte de Corea es uno de los paises criminales mas astutos y adiestrados del mundo que prepara el fondo necesario al plan nuclear mediante el contrabando de armas y drogas, los crimenes ciberneticos, etc. y la organizacion criminal que se opera con el nombre del Estado. Y exhorto a "todos los paises participantes en la Cumbre de Asia Oriental a recrudecer las sanciones economica y financiera contra el Norte de Corea e insistio en que todos unidos debe dar presion a la RPDC para que esta se volviera en si.

El disparate de ese tipejo australiano quien se atrevio a describir la RPDC como organizacion criminal tiene algo en comun con las peroraciones de Trump que hablo de la destruccion total de nuestro Estado en la escena de la ONU y, por esta razon, deviene la violacion flagrante a la soberania de nuestro Estado y el insulto intolerable a nuestro pueblo.

Puesto que el ha ofendido arbitrariamente a nuestro Estado sin tomar en su consideracion alguna las cortesias internacionales, yo tambien me veo obligado a cuestionar con el mismo tono sus tonterias.

El primer australiano debe tener presente que sus sofisterias lanzadas durante su viaje y el envio de las fuerzas armadas a los ejercicios de guerra nuclear anti-RPDC de EE.UU. multiplican el crimen cometido contra el pueblo coreano durante la pasada guerra coreana.

Como el fuera premier, debe meditar que su difamacion injusta sobre la RPDC y su alistamiento con las maniobras de EE.UU. de dar la sancion y presion contra la RPDC fueran convenientes a los intereses y la voluntad del pueblo de su pais que aprecia la paz y la justicia. Tambien, hay que reflexionar de la influencia que sera creado en su destino politico por su lapsus linguae.

En el interior de Australia salen las insistencias en que el gobierno actual persigue como "sonambulo" a la politica exterior de EE.UU. mientras que da ganancias a las maniobras de este pais americano por el establecimiento de la hegemonia y la venta de armas y trae el gran peligro a su pais. Y le demandan al premier poner en claro su posicion de no participar en las provocativas maniobras militares de EE.UU. y entregar al Parlamento Federal el derecho al uso de las fuerzas armadas en la Peninsula Coreana.

Hasta los paises regionales burlan que el premier australiano estaria disgusto si lo ponen en el segundo lugar en la adulancia a Trump, describiendolo como "gato de papel ocultado detras de Trump, tigre de papel", "trompetero de Trump" y "ciudadano de segunda clase del Occidente".

El premier australiano debe liberarse de la absurda ilusion de detener con la supuesta "unidad" y "presion" el camino del pueblo coreano que avanza apoyandose en la idea de dar prioridad al autofortalecimiento y hacer con prudencia sus pronunciaciones y actos viendo correctamente la realidad hermosa y el gran poderio de la RPDC.

Para el seria mejor abandonar su papel del titere de EE.UU. y cuidarse solo de los trabajos de su casa.