Por ejemplo, tan pronto como EE.UU. publicara en el mes pasado la "sancion independiente" anti-RPDC, los reaccionarios japoneses arman un tumulto expresando el apoyo y hablando de la vigilancia de barcos.

La obsesion del clan de samurais llega a tal grado que reclama la convocacion de una reunion internacional sobre la vigilancia de embarcaciones norcoreanas, la cual no se le ha ocurrido ni a EE.UU.

Resulta muy ridiculo el papel de abanderado de Japon en la campana anticoreana si se toma en cuenta que este pais es ridiculizado en el mundo por la dependencia y subyugacion a EE.UU. en el plano politico, el economico y el militar.

No seria exagerado si se dice que el pasado de Japon fue el tiempo en que el se arruinaba debido a su intento de sacar provechos de la vida dependiente de las potencias.

A mediados del siglo 19, decidio confiar su destino en EE.UU. y no vacilo en firmar con este un tratado desigual.

Seguidamente, depaupero la economia nacional al convertir todo el pais en un mercado de mercancias del Occidente y el abastecedor de materias primas baratas con gestos halaguenos a las potencias occidentales.

Bajo la tolerancia de los imperios que subyugaron a Japon en lo politico y lo economico, el pais isla emprendio el camino de expansion a ultramar y resulto derrotado ante el contraataque del mundo ganandose la deshonra de pais criminal de guerra.

Su proposito esta en realizar a toda costa su antiguo sueno de la "Esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental".

Pero, Japon esta equivocado.

La RPDC no es pais debil de ayer que estuvo bajo las botas del imperialismo japones.

En contraste, los descendientes de samurais sufren ahora el repudio politico y la explotacion economica de su amo gringo.

Un politologo japones senalo en 2013 en su libro sobre la teoria de derrotas que Japon estara siempre en el estado de derrotado si no se libera de dos elementos: "la negacion de la derrota en la guerra" y "la dependencia de EE.UU.".

Japon pagara mas caro sus crimenes si anda olvidando su historia vergonzosa sin percibir el cambio de la estructura politica mundial.