Con este tema, el periodico Minju Joson publico este sabado un comentario individual que sigue:

En virtud de ese documento, EE.UU. permitio excepcionalmente a Japon, que ni siquiera posee el arma nuclear, la extraccion de plutonio mediante el reprocesamiento de combustibles nucleares usados y el enriquecimiento de uranio a condicion de que el pais isla no los utilice en la fabricacion de bombas atomicas.

El convenio de 30 anos de validez debio ser cancelado 6 meses despues de que una parte notificara la voluntad de anularlo.

Sin embargo, EE.UU. y Japon lo renovaron automaticamente a manera de no pedir uno al otro la cancelacion o la enmienda hasta julio, mes de vencimiento.

Como resultado, Japon pudo mantener el "privilegio" de extraer el plutonio mediante el reprocesamiento de combustibles nucleares usados y el enriquecimiento de uranio.

Esto es el producto de complicidad y contubernio entre ambos paises.

Es que la ambicion de los japoneses de lograr a toda costa el armamento nuclear con el amparo y la tolerancia de su amo gringo conviene a los intereses de este de usar a aquellos como brigada de choque en el cumplimiento de la estrategia norteamericana de dominar a Asia.

De siglo en siglo, llega al extremo la ambicion nuclear de Japon.

El problema es la actitud dual de EE.UU. que presenta la demanda unilateral y bandidesca a la RPDC, pais amante de la paz, pero tolera y alienta la ambicion nuclear de Japon, pais frustrado en adquirir el arma nuclear y el criminal y derrotado en la guerra.

De hecho, el armamento nuclear de Japon no conviene a los intereses de EE.UU. porque amenaza el destino de la humanidad y finalmente, pondra en peligro hasta el mismo territorio estadounidense.