El dia 7, el Partido Democratico Liberal de Japon publico las promesas de las elecciones de consejeros incluyendo en ellas los parrafos provocativos y malintencionados sobre la RPDC tales como el "recrudecimiento al maximo de la presion", la "renuncia total de desarrollo de armas nucleares y misiles" y la "repatriacion inmediata de todos los secuestrados".

Si se toma en cuenta que se tratan de las promesas electorales del partido en el poder dirigido por el actual premier Abe, se puede entender claramente la esencia de la politica sobre Corea que persigue el gobierno japones.

Es invariable la intencion de los reaccionarios japoneses colmados de la conciencia hostil a la RPDC.

Por sus maldades cometidas antes instigando el empeoramiento de la situacion de la Peninsula Coreana, el pais isleno perdio ya hace mucho tiempo la justificacion y derecho de incorporarse a la corriente de alivio de la situacion regional.

Sin embargo, trato de reparar su "situacion excluida" anunciando "cubrir los gastos de desnuclearizacion", pero en vano.

En estos dias, las altas figuras del gobierno nipon anuncian como si hubiera cambiada su politica sobre Corea y posicion de negociaciones, hablando del supuesto dialogo, pero, causa al contrario gran duda la discordancia entre la palabra y la accion.

Como demuestra la realidad, es precisamente Japon el que recurre freneticamente a la inutil campana de sancion, mendiga el endurecimiento de presion en la escena internacional e intensifica mas que nunca los movimientos militares en la region.

La politica sobre la RPDC del actual gobierno japones es el climax de dualidad.

No saldra con la suya la artimana de doble rasero.

?Sera posible ejecutar la promesa electoral del PDL de practicar la "diplomacia que maneja el globo terraqueo", pese a su miserable situacion excluida?

Le convendria aprender de nuevo la etica elemental de la diplomacia politica.