Recientemente, el gobierno japones anuncio el despacho del avion de patrulla P-3C y un buque escolta diciendo que no hay cambios en su decision de enviar a ultramar las "Fuerzas Maritimas de Autodefensa".

Esta medida, que se pone en practica bajo el pretexto de afianzar la seguridad de los barcos japoneses, deviene una muestra intensiva de la escalada de acciones expansionistas de los maniacos de militarismo del pais isla.

Desde su derrota en la segunda guerra mundial hasta la fecha, Japon justifica la ampliacion de su presencia militar a ultramar dando acicate, detras del cartel de "paz", al proceso de conversion en una potencia militar capaz de la reagresion.

En estos momentos tambien, describe el despacho de efectivos como "esfuerzo diplomatico por la distension" expresando que la "paz y estabilidad del Medio Oriente son muy importantes para Japon y la sociedad internacional" y que "ningun pais podra proteger con esfuerzos unilaterales la vasta zona maritima".

Al respecto, las fuentes extranjeras coinciden en que la decision del gobierno japones de mandar sus efectivos al Estrecho Ormuz, rechazada por mas de la mitad de su poblacion, agravara el conflicto del Medio Oriente.

A finales del ano pasado, se efectuo frente a la oficina del premier un mitin de protesta de los parlamentarios de los partidos opositores y los habitantes que dijeron no al envio de las "Fuerzas de Autodefensa" al Medio Oriente opinando que se subestima el articulo 9 de la Constitucion.

Colmados de la ambicion revanchista y expansionista, los reaccionarios japoneses decidieron ese tema en la reunion de ministros sin someterlo a la consideracion de la Dieta.

Como es conocido, desde la aparicion del poder de Abe, se aumentan cada ano los gastos militares y se asignaron este ano 5 billones 313 mil 300 millones de yenes para nuevas esferas como el espacio cosmico y el cibernetico y para la compra de cazas Stealth F-35 y otros armamentos de fabricacion norteamericana.

No se puede ocultar jamas el malsano intento de los reaccionarios japoneses que tratan de realizar, cueste lo que cueste, su ambicion de nueva agresion al facilitar sus operaciones militares en cualquier parte del mundo y completar la modernizacion de las "Fuerzas de Autodefensa" para el combate real.

Seria una ilusion vana si ellos piensan que podrian enganar a la sociedad internacional con su falsa retorica sobre la paz y seguridad.

Ningun pais o nacion desea que flamee por doquier del mundo la bandera criminal de Japon, considerada como simbolo de militarismo y agresion.

La conversion de Japon en el Estado belico y agresivo no traera otro resultado que su arruinamiento.