Con esa mentalidad de los martires quienes en los albores de la revolucion coreana, superaron al frente las duras pruebas de la historia enalteciendo al Presidente Kim Il Sung como centro de unidad y direccion, esa causa pudo marchar adelante manteniendo perfectamente su continuidad, subraya el editorial y continua:

Esa conciencia es el medio poderoso que permitira exaltar la dignidad y el prestigio de nuestro Estado neutralizando con fuerzas propias la campana de aplastamiento de las fuerzas hostiles.

Ademas, presenta como vida la independencia y la dignidad de la nacion y sirve de fuerza motriz que posibilitara adelantar cuanto antes el futuro maravilloso de la potencia socialista.

Gracias a la disposicion de lucha de los martires antijaponeses, la revolucion coreana pudo avanzar firmemente sin el menor estancamiento o recesion aun en medio de las pruebas mas severas.

Con la fuerte dignidad nacional que considera mejores nuestra idea, fuerza y estilo, debemos hacernos ricos, poderosos y prosperos por propias cuentas luchando como los guerrilleros antijaponeses que aniquilaron a los enemigos con la bomba de Yanji, artefacto hecho desde la nada.

Todos deben superar con la arremetida frontal las multiples dificultades con el espiritu del monte Paektu tomandolo como eterna vida de la revolucion coreana y luchar firmemente por la victoria de la construccion de una potencia socialista.