Asi senala el diario Rodong Sinmun en un articulo individual difundido este miercoles y continua:

La sagrada historia de la revolucion coreana es la de gran victoria del pensamiento en materia de la independencia, la autarquia y la autodefensa.

En el periodo inicial de su lucha revolucionaria, el Presidente Kim Il Sung aclaro el camino a seguir por la revolucion coreana bajo la bandera del Juche.

Y condujo siempre a la victoria la ardua y complicada lucha revolucionaria y la construccion social de varias etapas manteniendo con firmeza el principio referido.

El Dirigente Kim Jong Il abrio una nueva era de defensa del socialismo y de la prosperidad de la patria materializando cabalmente la linea indicada por el Presidente.

Siguiendo a los lideres predecesores, el pueblo coreano aprendio la manera de vivir por cuenta propia, vencer a los enemigos y dificultades y defender su dignidad y derechos y acogio todas las glorias en ese trayecto de la revolucion.

Los coreanos, descendientes del Presidente y soldados y discipulos del Dirigente, aceptan la linea aludida como una verdad, ley y ciencia.

La eterna victoria y prosperidad de la revolucion coreana residen en marchar por la senda de independencia apoyando con fidelidad la orientacion del invencible Partido del Trabajo de Corea.