Sea quien fuera y dondequiera que se esconda, no podra evitar nuestro castigo implacable el que se atreve a ofender, aunque sea en lo minimo, nuestra dignidad y regimen sagrados.

Sentencia asi el diario Rodong Sinmun en un comentario individual publicado hoy y prosigue:

Los habitantes de distintos sectores de la RPDC expresan ahora vehemente indignacion por la locura de esas escorias humanas exigiendo fuertemente hacer caer una avalancha de basuras sobre el Sur de Corea.

Lo mas indignante del caso es el proceder de las autoridades surcoreanas que tratan de eludir la responsabilidad.

Resulta repugnante el comportamiento inhabil e injusto de ellas que toleran el lanzamiento de octavillas faltando a sus compromisos.

Por eso, vale decir que ellas reconocieron por si solas que encarnan la hostilidad a la parte connacional, al igual que los maniacos de enfrentamiento echados en el basurero de la historia, y lo diferente esta en que abrigan ese sentimiento de manera encubierta.

El presente incidente deja conocer en claro quien es el culpable principal que congela otra vez el buen clima de mejoramiento de relaciones N-S, que habia emocionado tanto a todos los coreanos, y lleva la situacion a la coyuntura de tension.

Si las autoridades surcoreanas aprecian de veras los acuerdos intercoreanos y tienen la voluntad de implementarlos cabalmente, deberian limpiar primero los desperdicios de su casa dispuestas a evitar la repeticion de tal cosa ignominiosa, en vez de exigir absurdamente nuestra "respuesta equivalente".