A menos de una semana de haber presentado su renuncia pretextando la enfermedad, el ex premier japones, Abe, realizo una visita relampago al Santuario Yasukuni, simbolo del militarismo.

Para colmo, escribio en su cuenta de Twitter como sigue: "Visite hoy al Santuario Yasukuni e informe mi dimision a los manes".

Su actitud expone de nuevo su abominable naturaleza de maniaco militarista y estimula a Japon a la reagresion.

Durante su mandato, el descendiente de un defensor del renacimiento de fascismo hizo todo lo posible por lograr este objetivo encubriendo manosamente su siniestra intencion.

A un ano despues de su llegada al poder, especificamente, en diciembre de 2013, habia visitado ya el Santuario Yasukuni, hecho que deparo fuertes criticas dentro y fuera del pais.

Desde entonces, se abstuvo de visitarlo, pero no dejo de inspirar el ultranacionalismo en la sociedad japonesa con los metodos astutos como el envio de ofrendas.

Con el fin de realizar el anejado sueno de la "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental", recurrio a la enmienda constitucional, el aumento armamentista sin precedentes y la expansion a ultramar y los describio cinicamente como "proteccion a los aliados", "medidas frente a la amenaza proveniente del pais vecino", "contribucion a la sociedad internacional" y "pacifismo activo".

A traves de la reciente visita a esa mezquita, Abe revelo a todo el mundo su atributo ultraderechista y el caracter agresivo de su politica practicada en su mandato.

El presente caso persigue el objetivo de dar alientos a la enmienda constitucional que no pudo lograr en su mandato.

Ahora en la sociedad japonesa se alzan cada dia mas las voces de reproche al ex mandatario quien causo la extremada inquietud social con sus politicas antipopulares y agresivas como el aumento de las "fuerzas de defensa".

Hasta en el interior del Partido Komeito, que forma el poder de coalicion con el Partido Democratico Liberal, salen las criticas a la posesion de "capacidad de ataque a la base enemiga" preconizada por Abe.

Muy inquietado por ello, Abe realizo la polemica visita a fin de mantener el rumbo militarista de Japon.

Los ex soldados del viejo ejercito japones habian confesado en una rueda de prensa que sufrieron la derrota por haber impuesto enormes danos a los pueblos asiaticos.

Sus palabras ensenan la leccion de que no hay futuro para los agresores.

Si los reaccionarios japoneses se obstinan en su ambicion militarista, no podran eludir el fin tragico.