A pesar del fuerte rechazo de la poblacion japonesa y de la sociedad internacional, las autoridades japonesas tratan de dejar afluir al mar casi un millon 200 mil toneladas de aguas contaminadas. Mas de 70% de ellas contienen cesio, tritio y otras sustancias radiactivas que exceden el limite permisible.

En ese caso, quedaran contaminadas en unos meses las aguas perifericas de la isla Jeju y se convertiran dentro de un ano en el "mar de muerte" el Mar Este de Corea y, a la larga, todo el Oceano Pacifico.

Japon ya habia impuesto enormes danos a la humanidad con el escape de muchas sustancias radiactivas causado por el accidente de la planta nuclear de Fukushima en 2011.

En aquel entonces, Tokio Shimbun informo que la cantidad de sustancias radiactivas fugadas de Fukushima llega a 140 mil-190 mil veces que la del accidente ocurrido en una central nuclear de EE.UU. en 1979.

Los medios japoneses criticaron que si bien el gobierno dice que "se han resuelto" todos los problemas relacionados con el accidente de Fukushima, decenas de miles de refugiados sufren todavia la destruccion del ecosistema y se incrementan entre los retornados a la tierra natal los pacientes de cancer contraido por la radiactividad.

El intento descarado de Japon deviene un desafio abierto a la convencion internacional y un crimen antietico que amenaza gravemente la existencia y seguridad de la especie humana.

El hecho pone al desnudo la naturaleza del Estado ilegal que no vacila en destruir el ecosistema de la Tierra ni en sacrificar a la humanidad para alcanzar sus objetivos egoistas.

No se puede tolerar en ningun caso el cinismo de Japon que pone en peligro la subsistencia de otros paises y naciones ensuciando con basuras nucleares el mar, riqueza comun de la humanidad.