Ese temple encarna el espiritu revolucionario de ataque del Partido del Trabajo de Corea.

Asi senala el diario Rodong Sinmun en un articulo individual difundido este viernes y prosigue:

La revolucion es precisamente la ofensiva. Sin la disposicion de ataque, no se puede vencer las dificultades y pruebas de la historia.

Para extender la victoria a la mas grande, es necesario librar una ofensiva vigorosa hasta que se alcance definitivamente la meta trazada.

Innovar, avanzar y atacar continuamente hacia la nueva victoria sin doblegarse ante las dificultades ni vanagloriarse del triunfo ya alcanzado, he aqui el modo y temple del pueblo coreano.

Tal modo no es una simple contramedida temporal para atravesar las pruebas de ahora.

　Refleja el espiritu independiente, la aspiracion patriotica y la voluntad decisiva de todo el pueblo levantado para edificar a toda costa en esta tierra la mejor potencia del mundo por el estilo coreano.

Por esta razon, nuestra ofensiva se torna mas fuerte a medida que avancen la epoca y la construccion de potencia socialista.

Hoy dia, el pueblo coreano abre la era de auge de la revolucion desarrollando con osadia la campana profilactica de emergencia y cumpliendo todas las tareas, incluyendo la reparacion de danos por desastres naturales y la conclusion exitosa de la agricultura de este ano.