Lo calificamos de negativa abierta y violacion flagrante del derecho a la autodefensa nacional de nuestro pais.

Nuestras medidas para el fortalecimiento de la capacidad de defensa nacional no pueden ser censuradas por nadie, ya que devienen el ejercicio legitimo del derecho a la autodefensa para eliminar de raiz las amenazas militares de las fuerzas extranjeras y defender con firmeza la seguridad y el ambiente pacifico de la Peninsula Coreana.

Sin embargo, el pais isleno calumnia tanto las actividades rutinarias de nuestro Estado para consolidar el potencial defensivo.

Es que los reaccionarios japoneses, culpables que hicieron danos a nuestro pais, intentan preparar un ambiente internacional de presion anti-RPDC a fin de frenar el aumento vertiginoso del poderio de esta y crear una coyuntura favorable a sus tentativas de convertirse en potencia militar al agravar artificialmente la crisis de seguridad.

Ahora Japon intenta tener el derecho a la beligerancia y a la participacion en guerra, que esta prohibido para un pais criminal de guerra, y quiere recuperar hasta el derecho a contar con un ejercito.

Ya esta dando acicate a los preparativos para adquirir la capacidad de ataque militar tras aprobar la ley de seguridad que hace posible el ejercicio del derecho a la autodefensa colectiva.

Malgastando cada ano fabulosos gastos militares, desarrolla y compra los pertrechos de guerra de nuevos tipos, organiza nuevas unidades con la mision de hacer frente a la operacion espacial y la electronica, despacha a sus tropas a ultramar y realiza obstinadamente los ejercicios belicos.

La sociedad internacional esta consternada ante la reaparicion del pais criminal de guerra, que habia desatado en el pasado las guerras de agresion, como ente militar de talla mundial.

Japon es uno de los culpables principales que vulneran la paz y seguridad de la region.

Le convendria cancelar de manera completa, verificable e irreversible todas sus armas de ataque ya emplazadas para el combate o en el curso de desarrollo para la reagresion, en lugar de acusar a otros.