La anciana nació en la tenebrosa época de coloniaje japonés sobre Corea como hija de un labrador de la tierra desbrozada con fuego en el distrito de Yonsa de la provincia de Hamgyong del Norte.

Expresó que no puede olvidar aquél entonces cuando se hizo huérfana de padre y madre a su tierna edad y vivía experimentando en carne propia la tristeza de la nación apátrida.

Continuó que ahora vive feliz y sanamente en la época del Partido del Trabajo de Corea.

Bajo la atención de los funcionarios del órgano del poder, los médicos responsables y los vecinos, la longeva está pasando con mucha alegría el resto de su vida dedicándose al bricolaje.