La Manifestacion del 10 de Junio de 1926, estallada con motivo de la defuncion del ultimo emperador de la dinastia feudal de Joson (Corea), Sunjong, y sus funerales, ha sido una explosion de la indignacion acumulada del pueblo coreano por el coloniaje japones.

A fin de impedir la conglomeracion para expresar condolencias segun la costumbre nacional, los imperialistas japoneses instalaron la comandancia de Guarnicion en Kyongsong (Seul) y extendieron una red de vigilancia rigurosa en las calles movilizando a los policias y hasta los gendarmes.

Asi se incorporaron en la operacion antimotin 3 mil 500 policias y 7 mil efectivos, inclusive las divisiones de fuerzas estacionadas en Corea, armadas con canones y ametralladoras, y el refuerzo proveniente del territorio japones.

El dia de ceremonia funeral, colocaron a los policias armados a lo largo de las calles por donde iban a pasar las parihuelas funerales e infiltraron en las masas a los agentes especiales y sus esbirros.

Pese a tal amenaza y chantaje, se desarrollo en Kyongsong una manifestacion multitudinaria de 200 mil.

Los manifestantes lanzaron los panfletos y gritaron las consignas como "!Viva la independencia de Corea!" y "!Fuera, el ejercito japones!".

Los imperialistas japoneses atropellaron a bayonetas a los manifestantes que resultaron lesionados, arrestados, torturados y asesinados en carcel.

Esta barbaridad demostro claramente que los imperialistas japoneses infringieron hasta el elemental derecho politico del pueblo coreano.