La disfrutaron los creadores y artistas capitalinos.

La funcion iniciada con la cancion "Nuestra bandera nacional" transcurrio desde el principio con la simpatia entre los ejecutantes y los espectadores.

Se presentaron en la escena los himnos al PTC que habian repercutido en las cronicas de la sagrada revolucion del Juche como ecos de victoria y gloria.

Resonaron en la audiencia las canciones famosas como "Viva el Partido del Trabajo de Corea" y el "Partido madre que defendio mi destino" que elogian a esta organizacion directiva que pese a las multiples dificultades, escribe la noble historia de primacia de las masas populares con gran pasion y afecto.

En particular, llevaron al publico al profundo mundo musical las melodias suaves de "Nuestra madre" y "Seguimos atraidos por ese afecto", que dejaron fascinados a los habitantes de todo el pais tan pronto como fueran creadas.

Conmovieron mucho a los espectadores las canciones famosas de la epoca que volvieron a dar a conocer como se preparan la dignidad, gloria y felicidad del pueblo coreano y expusieron la intencion sincera de este de seguir y apoyar hasta el final al gran PTC.

Las marchas en serie del desfile en homenaje al VIII Congreso del PTC y las otras militares dinamicas y vigorosas describieron en tono orgulloso la grandeza de esta agrupacion que escribe con seguridad la nueva historia de potencia victoriosa tras preparar el invencible potencial militar con su extraordinaria idea y arte de guia.

La gala musical llego al climax con la cancion "Iremos siempre por nuestro camino" que refleja la ferrea conviccion del pueblo coreano de marchar siempre por la senda de la revolucion uniendose compactamente en torno al estimado companero Kim Jong Un, bandera de todas las victorias y glorias y destino y futuro de la Corea socialista.

Continua el espectaculo.