En el lugar sagrado de la revolucion, los visitantes depositaron ramos de flores ante el mural de mosaicos con imagenes de los grandes hombres sin iguales y les rindieron homenaje.

En el patio de la isba natal escucharon las explicaciones sobre la historia revolucionaria sagrada del Dirigente y recordaron la noble vida de ese gran hombre quien condujo la patria y el pueblo por el camino victorioso, superando a la cabeza las vicisitudes de la revolucion con la firme conviccion del Paektu y el espiritu de ataque tenaz.

Vieron los objetivos conservados en la casa historica.

En la isba de la Comandancia donde se enarbola hoy tambien la bandera roja de la revolucion, asimilaron las hazanas indelebles del Presidente Kim Il Sung quien guio a la victoria la enconada guerra revolucionaria antijaponesa.

Ante la lapida en que esta inscrita la Oda a la Estrella Luz compuesta en febrero de hace 30 anos por el Presidente para bendecir el radiante futuro de Corea de Juche, ellos sintieron una vez mas cuan gran hombre han enaltecido el partido y el pueblo de Corea como su lider.

Redoblaron la decision de glorificar para siempre la vida y hazanas revolucionarias del Dirigente y llevar a feliz termino la causa revolucionaria del Juche iniciada en el Paektu bajo la direccion del estimado companero Kim Jong Un.