Y expresaron la "gratitud y pesame" a esos criminales, que desataron la guerra de agresion y asesinaron a muchos habitantes de Corea y los demas paises asiaticos, describiendolos como "los que ofrendaron la vida para el cumplimiento de la politica estatal".

El hecho deviene una alabanza abierta sobre el fantasma militarista y un proceder peligroso que inculca el revanchismo y la ambicion de reagresion.

Siendo pais derrotado en la segunda conflagracion mundial, Japon debe portarse con mas prudencia que nunca en el dia de su derrota vergonzosa.

Tiene la responsabilidad de arrepentirse profundamente de su historia de agresiones, pedir disculpas de rodillas e indemnizar los crimenes cometidos contra la humanidad.

Pero, los reaccionarios japoneses, que rechinan los dientes para tomar desquite de su derrota en la guerra, acuden a porfia a dicha ermita y juran la venganza consolando el alma de los criminales de guerra de primera clase.

Tal conducta constituye un intolerable acto criminal que hiere doblemente al pueblo coreano y los demas asiaticos, quienes sufrieron en el siglo pasado incontables desgracias y sufrimientos debido a la gobernacion fascista colonial del imperialismo japones, y un desafio frontal a la demanda de la humanidad sobre la liquidacion del pasado por parte de Japon.

Con la visita obstinada al santuario que sirve de instrumento espiritual y simbolo de militarismo, los reaccionarios japoneses persiguen el objetivo de hacer extremadamente reaccionaria toda la sociedad, preparar a sus habitantes como militaristas consecuentes y asegurar asi un ambiente favorable a la reagresion.

El militarismo en Japon no es un fantasma.

Pues, esa doctrina se ha infiltrado en todas las esferas de la vida social, incluyendo la politica, economia, asuntos militares y cultura, debido a los politiqueros ultraderechistas que inyectan en todos los japoneses la fiebre de agresion y venganza.

A pesar del rechazo de la sociedad internacional, los reaccionarios japoneses se aferran a la enmienda de la Constitucion para legalizar la existencia de las "Fuerzas de Autodefensa", el avance militar a ultramar y el peligroso aumento armamentista, inclusive la adquisicion de la "capacidad de ataque a la base enemiga", lo cual es inconcebible sin la derechizacion y militarizacion de la sociedad.

He aqui la razon por la cual la sociedad internacional cuestiona y criminaliza tanto la visita de los politiqueros japoneses al Santuario Yasukuni.

Se va haciendo realidad la reagresion de Japon que ya dejo de ser una hipotesis.

Ahora, la sociedad internacional sigue de cerca cada movimiento de Japon, peligrosa fuerza agresora de Asia.

Japon ha de actuar con seriedad al tener presente de las consecuencias de sus acciones imprudentes como aislamiento y destruccion.