El 11 de marzo del 22 de la era Juche (1933), el Presidente convoco en el monte Wangjae la reunion de los jefes de las organizaciones revolucionarias clandestinas y los activistas politicos en la zona de Onsong y pronuncio el discurso "Por la ampliacion y el desarrollo de la lucha armada al interior del pais", lo cual fue un preludio para ampliar y desarrollar al interior del pais la lucha armada antijaponesa y marco nuevo hito en el desarrollo de la lucha antijaponesa por la liberacion nacional del pais.

En el acto participaron los funcionarios de los organos del Partido y el Poder y de las entidades de masas, y los trabajadores.

El informe de la ocasion estuvo a cargo del secretario responsable del comite partidista provincial, Kim Chol Sam.

El orador dijo que la Conferencia fue una oportunidad de viraje trascendental para iluminar la via de liberacion de la patria y llevar a un nuevo ascenso la revolucion coreana centrada en la lucha armada antijaponesa.

Recordo que el Dirigente Kim Jong Il presento el proyecto de acondicionar excelentemente como una base de educacion en las tradiciones revolucionarias la zona de Wangjaesan donde estan impregnadas las hazanas revolucionarias del Presidente.

Para ese fin, -continuo- recorrio en varias ocasiones el campo de construccion del lugar de interes historico-revolucionario y aclaro el rumbo y remedios de la obra.

A traves de la marcha a caballo por el monte Paektu, el estimado companero Kim Jong Un abrio nueva era dorada de la educacion en las tradiciones revolucionarias e hizo a las nuevas generaciones prepararse como firmes revolucionarios armados con la sagrada historia revolucionaria del Presidente y sus nobles proezas y con el espiritu revolucionario de los martires antijaponeses, destaco.

Exhorto a los funcionarios, militantes partidistas y trabajadores, unidos compactamente en torno al estimado companero Kim Jong Un, a crear el espiritu de la Guerrilla Antijaponesa del nuevo siglo en la lucha por el desarrollo integral de la construccion socialista, asimilando el espiritu de defensa a ultranza al lider, manifestado por los martires revolucionarios antijaponeses